Iribar Jatetxea y su excepcional rodaballo a la parrilla.

Degusta los pescados a la brasa de Iribar Jatetxea, uno de los mejores restaurantes de Getaria.

Ubicado en la calle principal de Getaria, junto al puerto y la iglesia de la localidad, encontramos el restaurante (en euskera y en adelante jatetxea)  Iribar, un establecimiento de toda la vida en el que se sirven algunos de los auténticos manjares del cantábrico. En Iribar Jatetxea siguen cocinando los platos a la antigua usanza, en la calle, a la parrilla, un distintivo típico del municipio, una costumbre, que mantienen viva la mayoría de los grandes restaurantes de Getaria.

Aunque la parrilla y los pescados de Iribar Jatetxea son irremplazables, también realizan platos tradicionales vascos con productos de temporada, un inmejorable acompañamiento para los platos que os recomendamos a continuación.

Iribar Jatetxea sigue manteniendo el buen hacer de las generaciones pasadas a cargo de sus parrillas, un conocimiento, que se traspasa de generación en generación para proporcionar a los clientes una de las mejores experiencias gastronómicas del cantábrico.

Establecimiento: Iribar Jatetxea nos acoge con una decoración de toda la vida, una decoración tradicionalmente marinera, sencilla, agradable, acogedora. El establecimiento, con capacidad para 60 personas, cuenta con 3 comedores diferenciados, el comedor principal, situado frente a la barra, el comedor superior, situado en la parte final del restaurante y el homólogo de este último, situado justamente bajo el. Por suerte, disfrutamos de nuestra experiencia en una mesa del comedor inferior de la parte final, un espacio tranquilo, en el que únicamente encontramos 4 mesas, un pequeño txoko gastronómico que nos hizo sentir como en el salón de casa. La parrilla que encontramos a la entrada de este clásico establecimiento de la costa vasca añade tradición e historia a su currículo, un elemento que la mayoría de los demandantes de restaurantes en Getaria busca.

Parrillas: Las parrillas que se sitúan en el exterior de los restaurantes de Getaria, llaman la atención de toda persona que camina por las calles de la localidad, y es que, este elemento gastronómico es junto al monte San Antón (el Ratón de Getaria)  uno de los reclamos más importantes  de este pueblo gipuzkoano.

Ubicación: El restaurante Iribar se encuentra en la comarca gipuzkoana de Urola Kosta, en plena costa vasca, en Getaria, uno de los pueblos costeros más llamativos de Euskal herria.

La iglesia de San Salvador (siglo XIV), uno de los espacios más llamativos del núcleo urbano, se encuentra junto al establecimiento que nos ocupa, una bonita excusa para recorrer el pueblo y conocer sus raíces, tradiciones, cultura e historia.

Historia: La familia Iribar, ofrece servicios gastronómicos y de hospedaje mediante el restaurante y la pensión de mismo nombre, Iribar. Aunque no tuvimos ocasión de disfrutar de esta pensión inaugurada en 1998, sus habitaciones y su ubicación prometen un servicio igual o mejor que su homologo gastronómico. La historia de este establecimiento comenzó con el fundador de la casa Iribar, el abuelo de la actual responsable de cocina, Pili Manterola Iribar. Un restaurante, que generación tras generación sigue ofreciendo el auténtico sabor del mar cantábrico, el sabor de Getaria.

Servicio gastronómico: Aunque Iribar Jatetxea nos ofrece un elegante menú al que poco o nada podemos reprochar, siempre es agradable disfrutar del casco histórico de Getaria, una zona peatonal, en la que encontramos un buen ambiente pre-comida para ir calentando motores.

La gastronomía de Iribar Jatetxea sabe a mar, y es que, las elecciones que hicimos nos proporcionaron un menú 100% marinero: Pulpo, gambas rojas y rodaballo a la brasa acompañados por un Txakoli 100% Hondarrabi Zuri, Jakue. Aunque todos los platos estaban exquisitos, debemos resaltar, subrayar y destacar hasta aburrir, el excelente rodaballo salvaje a la parrilla que degustamos. Tenemos claro el menú para nuestra próxima visita a Iribar Jatetxea, rodaballo de primero, rodaballo de segundo y rodaballo de postre, alucinante.

Aunque nosotros nos decantamos por productos estrictamente de mar, nos consta, que los productos de tierra como el solomillo o el chuletón nada tienen que envidiar a los de los grandes restaurantes del interior, eso sí, ir a Iribar Jatetxea y no probar su increíble rodaballo salvaje es un auténtico pecado.

Opiniones: Es difícil decidirse por un restaurante en Getaria, y es que, la variedad y la calidad de todos ellos hacen que necesitemos reflexionar sobre el restaurante al que acudir en cualquier escapada a esta localidad gipuzkoana. Ante todo, recomendamos no hacer caso a los comentarios que encontramos en las grandes plataformas de opinión de internet, ya que encontraremos opiniones negativas para todos ellos. Este es el caso de Iribar Jatetxea, un restaurante que nada tiene que ver con los comentarios negativos que le corresponden.

Atención: Debemos de tener en cuenta que el restaurante había colgado el cartel de completo, no entraba ni una alfiler, y aun así, la atención fue correcta, muy buena, nada que reprochar, mucho que agradecer. Trato familiar, servicio rápido y recomendaciones acertadas. Antes de empezar a preparar el plato fuerte del día, el rodaballo, nos lo presentaron para dar nuestro visto bueno, un pequeño gran detalle.

Precio: Antes de acudir a comer a un restaurante como este, debemos de tener claro el nivel gastronómico al que nos sometemos. Y es que, muchas veces, nos encontramos con personas que acuden a este tipo de establecimientos pensando que es posible comer algunos de los mejores platos de la costa vasca y pagar como si de un menú del día se tratase, la calidad se paga. El precio medio de Iribar Jatetxea ronda los 50€, siempre y cuando no os declinéis por algún pequeño capricho como el nuestro, gambas rojas.

Aparcamiento: El estacionamiento de vehículos en Getaria es un hándicap a superar, sobretodo en época estival. Recomendamos aparcar a la entrada o en la zona alta de la localidad, cerca del museo Balenciaga.

Iribar Jatetxea es uno de los mejores restaurantes de la costa vasca, un auténtico lujo para nuestro paladar. Recordad, rodaballo salvaje a la parrilla en Iribar Jatetxea.