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Conoce la Bodega Alútiz, una bodega familiar que nos invita a conocer la historia y cultura del vino a través de su visita guiada.
Volvemos a la carga con una de esas bodegas que enamoran, la bodega Alútiz. Y es que, aunque la Rioja Alavesa posee una de las mayores concentraciones de bodegas por metro cuadrado, es difícil encontrar una bodega diferente, peculiar y tradicional. Esta bodega alavesa aúna tradición e historia para ofrecernos un complejo enoturístico con cierto encanto, un templo, que esconde más de 5 siglos de sabiduría heredada de generación en generación.
Acudimos a Alútiz por recomendación de Eva, responsable de aceite Arrolan, otro de los productos típicos de esta tierra, el oro líquido de la Rioja Alavesa. Un producto, cuya fusión con los caldos de Alútiz podría resultar explosiva, imaginad: visita guiada a Lanciego con cata de aceite Arrolan y visita guiada a la bodega Alútiz con cata de diferentes vinos. Sin duda, se convertiría en una planificación de lujo para comprender la calidad de la tierra que pisamos.
La bodega Alútiz se encuentra en la localidad alavesa de Samaniego, en la extensión de tierra ubicada entre la majestuosa sierra Cantabria y la rivera del rio Ebro, en la Rioja Alavesa. Sus vinos, fruto de los viñedos ubicados en los alrededores de la bodega, están dentro de la Denominación de Origen Calificada Rioja, un certificado que nos garantiza su calidad y elaboración.
Aunque en internet es habitual encontrar indicaciones, comentarios, reseñas y otros muchos textos que hacen alusión a la bodega Pascual Berganzo, Edu, nuestro anfitrión, un chaval con unas inmensas ganas de transmitir su pasión vinícola, nos comentó que están unificando todos sus caldos y proyectos bajo el nombre de Alútiz, una nueva marca comercial llena de sorpresas. Para llegar sin problemas a la Bodega Alútiz debemos guiarnos por las indicaciones que nos llevan a la bodega Pascual Berganzo, el nombre que tomaba antiguamente la bodega, y es que la señalización no es el punto fuerte de este establecimiento alavés. A su favor, debemos indicar que Edu siempre está atento a nuestra llegada y tiene proyectado incluir nuevas señalizaciones.
Información de la Bodega Alútiz.
- Año fundación: 1980.
- Nombre actual: Alútiz.
- Nombre antiguo: Pascual Berganzo
- Tipo de bodega: Familiar, tradicional.
- Capacidad de producción: 250.000 litros anuales.
- Teléfono: 945 623 337
- Móvil y WhatsApp: 672 711 679
- Página web: http://alutizvinos.com/
- Ubicación: Calle Matarredo de abajo 8, Samaniego, Rioja Alavesa, Araba.
En la bodega Alútiz evitan en gran medida el uso de químicos en su proceso de elaboración, utilizando todo tipo de técnicas ancestrales para obtener sus diferentes caldos, un pequeño gran detalle que nos encantó. Menos químicos, más naturaleza, productos ecológicos, ese debe ser el futuro.
Bodega Alútiz, una grata sorpresa en Samaniego.
Samaniego está repleta de bodegas y no siempre se acierta con la decisión tomada, eso sí, en esta ocasión, tuvimos poco que lamentar y mucho que agradecer, ya tenemos otra bodega con encanto para añadir a nuestra colección particular. Aunque el exterior de la bodega Alútiz no atraiga especialmente al visitante, su interior esconde alguna que otra sorpresa que lo enamora por completo, ¡atentos a la experiencia que vivimos a lo largo de nuestra visita guiada!
Historia: Para conocer la historia de Alútiz debemos remontarnos hasta el siglo XVII, momento en el que se originó la tradición vinícola de esta familia. Profesionalmente, el punto de origen lo encontramos en el año 1980, un punto de inflexión donde la elaboración para consumo propio dio paso a la producción y venta de cara al público.
Eduardo Pascual Berganzo, fundador de la bodega, creo varios lagares de hormigón típicos del barrio Matarredo de Samaniego al crear la bodega, espacios, que hoy en día se siguen utilizando para crear el vino joven de maceración carbónica de la casa. En la actualidad, esta firma vasca se encuentra en un gran momento de forma al elaborar más de 250.000 litros anualmente, un volumen bastante alto para una empresa familiar que únicamente utiliza las 70 hectáreas que la familia posee en la Rioja Alavesa.
Atención: Sin duda uno de los puntos a resaltar. Todas las personas que nos recibieron en la bodega hicieron que nuestra experiencia fuese más agradable, más entrañable. Eso sí, debemos resaltar la figura de Edu, tercera generación de esta familia productora de vino que lucha por modernizar la bodega manteniendo intacta la tradición e historia de su familia. Muy buen comunicador, joven y con ganas de mostrar al mundo las creaciones de Alútiz.
Visita guiada: Tras intercambiar un par de emails y alguna que otra llamada telefónica con Edu, nos citamos en una de las muchas visitas que la bodega realiza durante la semana. La visita guiada da comienzo con una pequeña introducción de la ubicación de la bodega, el barrio de Matarredo, el antiguo núcleo industrial de Samaniego. Un espacio urbano, que a día de hoy sigue conservando la gran red de túneles subterráneos que se escavaron en el pasado para la conservación del vino, un gran patrimonio que debemos proteger.
Alútiz conserva los 3 tipos de bodegas que podemos encontrar actualmente en la Rioja Alavesa: Bodega de piedra del siglo XVII (las típicas cuevas cavadas en el suelo), bodega de hormigón del año 1980 y por último los modernos depósitos de acero inoxidable que encontramos en cualquier bodega moderna de hoy en día. Durante la visita, accedemos a cada uno de ellos en riguroso orden, de más moderno a más antiguo, dejando para el final la que para nosotros es la bodega con más historia y belleza, la bodega del siglo XVII.
Entramos al primero de los espacios, los depósitos de acero inoxidable, la última zona construida en Alútiz y las más moderna, nos llama la atención la forma de elaboración, maceración carbónica, sin despalillado, totalmente manual y sin uso de químicos, como dios manda. Es curioso ver como una bodega pequeña, familiar, cuenta con un habitáculo anexo en el que hacen sus propios experimentos, sus vinos de autor, su propio I+D+I (Investigación, desarrollo e innovación vinícola 100%) casero.
Un espacio que abandonamos para salir a la parte trasera de la bodega y visitar una de las parcelas de vids más antiguas de Alútiz. Se trata de plantas de más de 45 años plantadas a la vieja usanza (variedades mezcladas y con una organización muy distinta a la de hoy en día) por el aitite (abuelo en euskera) de Edu, casi nada. Ponemos rumbo a los depósitos de hormigón, por suerte, la bodega estaba produciendo y el olor a vino nos guio a través de sus distintos espacios hasta la sala de embotellado, un proceso en el que la gravedad tiene mucho que ver.
Llega el final de la visita, dejamos atrás la bodega de depósitos inoxidables y hormigón para disfrutar de la tranquilidad que nos ofrece la cueva del siglo XVII, un pequeño txoko decorado al detalle, una vinoteca muy acogedora en la que paredes de más de 100 años nos ofrecen una temperatura ambiente perfecta, toca disfrutar de los caldos.
Llega el momento de la verdad, la prueba de fuego, la cata. La envidiable temperatura ambiente, nos protege de las altas temperaturas del exterior y los caldos de Alútiz nos refrescan la garganta, sin duda el mejor momento del día. La cata, acompañada de frutos secos, fue todo un éxito, los caldos entraban solos, peligroso para los que les tocaba conducir. Echamos de menos un poco más de información sobre los “porque” de los tonos o sabores de los caldos degustados, una pena.
¿Por qué nos gustó la bodega? Mucha gente nos pregunta el porqué de recomendar una bodega y no otra. En este caso, está muy claro, mientras en unas bodegas solo se puede contemplar un tipo de bodega en esta disfrutamos de prácticamente todas ellas: cueva, depósitos de hormigón y depósitos de acero inoxidable. De más antiguo a más moderno ¿a vosotros cual os gusta más? Nosotros nos quedamos con las cuevas que encontramos a 12 metros de profundidad construida en pleno siglo XVII, un calado rediseñado para el disfrute.
Vinos: Aunque la marca Alútiz es la joya de la corona, la bodega elabora diferentes caldos bajo las marcas Alútiz, Raíces de oro o Bastiturri las otras marcas de la bodega.
Casa Rural: Por desgracia no tuvimos ocasión de disfrutar de la casa rural que la bodega posee en la misma localidad, La casona de Alútiz. Un alojamiento rodeado de viñedos y cobijado por la Sierra de Cantabria, un escenario épico para disfrutar de esta tierra rica en cultivos y gastronomía. Un alojamiento perfecto para un fin de semana de catas y visitas a bodegas en compañía de amigos o familia. Quien sabe, quizás en un futuro no muy lejano os hablamos de ella, ¡atentos a nuestras redes sociales!
Winebar: Aunque no somos partidarios de locales de conceptos anglosajones, estamos seguros de que si el Winebar de Alútiz sigue la línea del resto de servicios que nos ofrece Alútiz será todo un éxito.
TurismoVasco Tiketa: Nuestra exclusiva acreditación turística ha ido a parar esta vez a manos de Edu y su familia, una acreditación que valora el esfuerzo de mantener con vida la tradición vinícola del barrio Matarredo de Samaniego.
La Bodega Alútiz nos sorprende con su recorrido por este tradicional barrio de Samaniego y sus 3 bodegas, una visita que junto a sus vinos nos alegraron nuestra última escapada a la Rioja Alavesa.
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