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Descubre uno de los molinos en activo que mejor se conserva de todo Bizkaia, conoce Errotabarri.
En la comarca de Uribe, en el municipio de Gamiz-Fika, encontramos Errotabarri, un molino del siglo XVII que muele maíz tostado con la efectividad de hace 4 siglos. Esta joya cultural del pueblo vasco debe su buen aspecto y funcionamiento a Luis Acillona, su familia y sus generaciones pasadas, personas con gran arraigo a su tierra y cultura que dedican su tiempo libre a mantener esta estructura histórica de nuestra tierra.
Errotabarri, el nombre lo dice todo. Los que conocéis nuestra lengua, euskera, el nombre define a la perfección lo que nos encontramos en este caserío vasco. Errota-barri, errota barria. Para los que la desconocéis errota significa molino mientras que barri significa nuevo, molino nuevo.
Información del molino Errotabarri:
- Fecha de construcción: Siglo XVII
- Responsable: Luis Acillona.
- Rio que mueve el molino: Butroi.
- Horario de visitas: sábados, se recomienda reservar.
- Teléfono reservas: 655 72 35 88
- Precio: 1€
- Productos: Harina de maíz (variedad txakinarto).
- Ubicación: Gamiz-Fika, Comarca de Uribe, Bizkaia, País Vasco.
- Producto obtenido: Harina de maíz txakinarto 100% natural, sin añadidos de ningún tipo.
Errotabarri, el último molino activo de Gamiz-Fika.
Al llegar a nuestro destino nos encontramos con un baserri (caserío vasco) totalmente reformado, un caserío al que le atraviesa un canal proveniente del rio Butroi, un lugar muy cuidado en el que nada parece puesto al azar, un lugar perfecto para conocer la forma de vida en un caserío vasco.
Visita: Gracias a Luis Azillona y la asociación de desarrollo rural de la comarca de Uribe (Jata-Ondo), es posible realizar una visita guiada en Errotabarri, y es que, Luis abre los sábados su casa a todo aquel que quiere conocer este pequeño tesoro de la comarca de Uribe. Empezamos la visita conociendo el funcionamiento del molino y terminamos con un pequeño paseo por los aledaños del caserío familiar: el rio, el molino, la huerta, el invernadero, el canal…
Desde el exterior, antes de adentrarnos en el molino, el ruido nos alertaba de su funcionamiento. Al entrar, encontramos una habitación perfectamente cuidada, reformada, sin grandes alardes pero con el funcionamiento de un reloj suizo, 4 tolvas de madera, un peso antiguo y otros 4 harineros en la superficie, bajo nosotros, un complejo mecanismo atravesaba la casa de lado a lado, junto al canal. El olor de harina que impregna el habitáculo le da un toque especial al lugar. Empieza la acción, Luis deposita un saco de 40 kilos de maíz txakinarto en la segunda cajonera, deposito que corresponde a la única de las piedras que estaba en movimiento en aquel momento, poco a poco, sin prisa pero sin pausa, el molina pulveriza cada uno de los granos de maíz haciendo que la harina obtenida caiga por su propia inercia a la caja destinada a este fin.
El grano se ha convertido en harina, pero todavía queda trabajo que realizar, todavía quedan pieles que eliminar. Luis ha creado una maquinaria ingeniosa, original y muy práctica de la cual cuelga una malla en la que se deposita la harina a filtrar. Mediante la fuerza de un motor, como si de un pequeño terremoto se tratase la malla empieza a vibrar haciendo que las pieles se queden en la parte superior, un buen invento, el colador gigante motorizado de Errotabarri. Tras un lento proceso, por fin tenemos nuestra harina, suave y fina, ¡vaya pinta!
Luis nos cuenta que a veces, en ocasiones especiales, suele preparar la chapa que tiene en su cocina para preparar unos talos de categoría, auténticos talos de baserri. ¿Conocéis los talos? para todos aquellos que no los conocéis, se trata de las típicas tortas de maíz del País Vasco que se suelen presentar con un chorizo en medio como si de una bocata se tratase, un auténtico lujo de hoy en día.
Salimos al jardín y empezamos el tour entorno al molino. Bajamos unas escaleras y nos situamos a la altura del canal, vaya espectáculo, la fuerza del agua del canal mueve con facilidad los mecanismos del molino. Seguimos nuestra ruta por encima de un puente sacado de un cuento medieval, sin barandillas, sin asfalto, solo el puente de piedra. Tras pasar el puente comprobamos que el agua utilizada para mover el molino sigue su cauce por el rio Butroi, no se desperdicia ni una sola gota.
Por ultimo visitamos la huerta, el invernadero y el canal, 3 elementos que complementan a la perfección nuestra visita al molino. La huerta ya está lista para sembrar, dentro de poco cada “txorko” (hoyo para sembrar) recibirá entre 3 y 5 granos de maíz de los que pasado el tiempo saldrán las plantas que nos regalaran las mazorcas de maíz txakinarto. Junto a la huerta, encontramos el invernadero, es mayo y ya tiene los tomates en flor, un buen invento para obtener una cosecha temprana, una cosecha para el consumo propio.
Mantenimiento: El molino de Errotabarri como muchas otras estructuras necesita un mantenimiento continuo, limpieza de canal, limpieza de las ruedas o rodeznos, sustitución de las piezas deterioradas y un largo etcétera que Luis realiza contra viento y marea.
Funcionamiento del molino: Aunque el funcionamiento no es exacto al de ErrotaBerri, os dejamos un video para que podáis haceros una idea del mecanismo de los molinos de rodeznos.
https://www.youtube.com/watch?v=Fxxu_RXamA4
Estrellas Michelin: La harina que se obtiene en Errotabarri es única, selecta. La variedad de maíz «Txakinarto» y el proceso que se realiza hasta su obtención así lo acreditan. Un hecho que no pasa desapercibido para los grandes cocineros de nuestra tierra. Actualmente, la harina de Errotabarri es parte del menú que Eneko Atxa, una de las jóvenes promesas de nuestra cocina, sirve en Azurmendi, su restaurante bizkaino.
Atención: La atención con la que nos atendió Luis es difícil de expresar mediante palabras, una persona que a simple vista inspira honestidad, cercanía y amabilidad, unas cualidades que no son fáciles de encontrar hoy en día. El amor por la historia de la estructura que le vio nacer, el molino Errotabarri, hace que cuente de forma apasionada la historia y funcionamiento del molino que nos ocupa, un hecho que hace que la visita a este «viejo» molino vasco gane enteros.
Historia: Luis, hoy en día jubilado, lleva cuidando del molino Errotabarri desde pequeño. Todavía recuerda como combinaba su trabajo de perito con el cuidado del molino, una experiencia laboral que le ha sido muy útil a la hora de arreglar algún elemento de este gigante. 4 generaciones llevan realizando la misma labor, pero lo mejor está por llegar, sus hijos han heredado la misma pasión por el molino, Errotaberri tiene un buen plan de futuro.
Las vacas, la huerta y el molino fue antaño forma de vivir, hoy en día, es un capricho, imposible vivir de ello.
Oficio: El oficio de molinero no pasa por sus mejores momentos, y es que este oficio, antes habitual en nuestra geografía ha sido sustituido por las maquinarias industriales.
Luis nos cuenta que en 1950 había más de 800 molinos activos en Bizkaia, 40 de ellos sobre el rio Butroi. Hoy en día, por desgracia, los molinos activos podemos contarlos con los dedos de una mano.
Precio de la harina de Errotabarri: El proceso de elaboración artesano, el tipo de maíz y los métodos utilizados, hacen que la harina de Errotabarri tenga un precio acorde a su calidad. Un precio que supera el precio de mercado de la harina «industrial» que podemos encontrar en cualquier supermercado pero que merece ser pagado.
Acreditación «TurismoVasco Tiketa»: Nuestra exclusiva acreditación «TurismoVasco Tiketa» se quedó en manos de Luis, una acreditación que se queda pequeña ante tal monumento de nuestra cultura.
Ubicación: Situado en la localidad de Gamiz-Fika, en la comarca de Uribe, provincia de Bizkaia, encontramos el caserío Errotabarri. Una ubicación perfecta si queremos seguir conociendo Bizkaia. Recomendamos visitar Urdaibai, haciendo especial hincapié en las localidades de Bermeo, Mundaka y Gernika junto al museo Urdaibai Bird Center.
Txakinarto: Esta variedad de maíz no se encuentra fácilmente, de hecho, solo la encontramos en el valle del Txorierri y en los alrededores de Gamiz-Fika. Luis no solo siembra esta variedad, también regala este maíz para que todo aquel que lo desee colabore en mantener viva esta variedad que hace más de 300 años viajo desde América hasta el País Vasco para hacerse un hueco en nuestras huertas. De tamaño medio, redondeado y de gran dureza, Luis nos invita a compararlo con otros de su especie.
Elaboración: Para poder elaborar la famosa harina de maíz de Errotabarri debemos de realizar un proceso selectivo y cuidadoso con el maíz que vamos a introducir para moler. Luis hace especial hincapié en este apartado, no vale cualquier maíz, “la harina no es de la misma calidad, para hacer cualquier cosa mejor no hacer”. El maíz txakinarto se recolecta sin secar y se tuesta en un horno de leña durante 48 horas aproximadamente, todo depende del horno y el tipo de leña que usemos. Una vez que tenemos el maíz txakinarto tostado, es hora de probar la contundencia de las piedras del molino, el agua se abre paso por el canal que atraviesa el molino haciendo rodar los rodeznos, las piedras empiezan a moverse. El ruido del mecanismo da fe de su fuerza, pulveriza los granos de maíz sin contemplación, sin prisa pero sin pausa. Termina el proceso con la obtención de una harina suave y fina, apta para realizar el mejor de los talos.
I+D+I: Luis aplica esta fórmula en el mantenimiento del día a día de su molino. Piezas imposibles de adquirir, materiales vírgenes poco frecuentes en el mercado o piezas poco duraderas le obligan a ello. Investigación, desarrollo e innovación o como sacar adelante un molino del siglo XVII con pasión y mucho esfuerzo.
Entorno: Un puente sacado de una película medieval, grandes y verdes campas y el rio Butroi hacen que el entorno de Errotabarri nos ayude a desconectar del ajetreo diario de las grandes ciudades. Un lugar idóneo para comprender la vida en el caserío vasco a la vez que disfrutamos de una estructura única.
Precio visita: El precio de la visita a Errotabarri es de 1€, un precio simbólico, un precio muy por debajo de la calidad de la visita que bien podría multiplicarse por 10 ajustándose a los precios del mercado.
Este molino nos recordó a la ferrería el Pobal, otro lugar en el que la fuerza del agua mueve los mecanismos que en un pasado eran indispensables para nuestro día a día. ¿Te animas a hacer una visita doble? Ferrería El Pobal y Errotabarri, 2 grandes de Bizkaia.
Que maravilla de lugar! El municipio de Gamiz-Fika, un lugar encantador y mágico! Saludos desde Paraguay!