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Situado en la carretera que une Mungia con las localidades costeras de Bakio y Bermeo, encontramos el restaurante Bidebieta, un restaurante humilde con los sabores auténticos de toda la vida.
Los que frecuentamos la carretera entre Mungia y la costa de Bizkaia, conocemos muy bien el restaurante Bidebieta, un restaurante situado al borde de la carretera en el que no encontraremos gran alarde de inmensidad, más bien lo contrario, humildad. El restaurante Bidebieta lleva dando servicio a los bizkainos desde tiempos inmemorables, antaño como tienda de ultramarinos, bar y restaurante y actualmente únicamente como bar/restaurante, ¡que ya es bastante!
En el restaurante se respira un ambiente euskaldun/ vasco, y eso se nota en la cocina, platos tradicionales de nuestra tierra unidos a productos del país, todo un premio para nuestros sentidos. Este restaurante, como todo restaurante que se digne tiene varias especialidades de la casa entre las que encontramos platos como: Menestra, almejas, merluza y cordero.
El lunes es el día de descanso semanal del restaurante Bidebieta.
Decidimos probar si el menú del día del restaurante Bidebieta compartía la misma calidad que los platos típicos de la casa, ¿queréis conocer el menú? ¡Atentos!
Menú del día del restaurante Bidebieta.
El restaurante Bidebieta cuenta con un pequeño comedor que siempre está lleno y esta ocasión no iba a ser la excepción, comedor lleno. Acudimos a Bidebieta sin reservar, pero no tuvimos problemas para comer, rápidamente nos encontraron una mesa. Nos cantaron el menú y nos extrañó la variedad del menú: solo 2 primeros y 2 segundos.
- Alubias rojas.
- Menestra.
- Chipirones.
- Filete de ternera.
Nos decantamos por las Alubias rojas y el filete de ternera. Nos presentaron una buena cazuela de alubias, bien de cantidad, como si de un plato único se tratase. Salsa gordita y con muchas alubias, pero no encontramos muchos “sacramentos”, tocino únicamente, nos llamó la atención pero estaban buenas, se quedó en un pequeño susto.
El filete de ternera, acompañado de pimientos rojos y patatas, correcto, buen sabor y textura.
Llego el momento de los postres, nos cantaron los postres y se nos ocurrió hacer la inconsciente pregunta de… ¿alguno de los postres es casero? La chica nos respondió con una sonrisa de oreja a oreja y una única palabra, TODOS. Nos quedamos con las natillas caseras, un acierto.
Respecto a la atención, el tiempo entre plato y plato y el ambiente como siempre de 10, un restaurante de pueblo de toda la vida en el que el servicio es siempre correcto. El precio del menú fue de 11,5€ un precio con una relación calidad-precio adecuada que pagamos con mucho gusto.
Como conclusión de nuestra estancia, podemos decir que el menú del día del restaurante Bidebieta es bueno, pero nos quedamos con los platos de siempre, merece la pena estirarse un poco más, pagar los 50€ que puede salir comer a la carta y disfrutar de los auténticos platos de Bidebieta.
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